La batalla de Yenefrito

Cuenta la leyenda que hace miles de años, en el Valle de Tena se libró una de las mayores batallas de la historia del Pirineo. Una batalla de gigantes de roca, conocida como; la batalla de Yenefrito.

 

Todo comenzó en el Balneario de Panticosa, donde vivían dos familias de gigantes enfrentadas desde que el mundo es mundo. Por una parte estaban la familia Garmo Negro (3064 m) y por la otra, la familia Garmo Blanco (2962 m).

 

La familia Garmo Negro era muy altiva y desdeñosa por pertenecer a esa clase alta de titanes de más de 3000 metros de altura. Por esta simple razón, miraban por encima del hombro a todos los colosos que estaban por debajo de ellos.

Las luchas entre ambas familias eran apocalípticas, ahí está el relieve del terreno para atestiguarlo.

Pero ocurrió algo que ninguna de ellas esperaba, que el hijo menor de los Garmo Blanco, Yenefrito, y la joven hija de los Garmo Negro, la bella Argualas, se enamoraran perdidamente.

Viendo que la reconciliación entre las dos familias era imposible y por miedo a las represalias, los dos jóvenes decidieron huir para vivir su apasionado amor en el Rincón del Verde, situado en el hermoso valle de la Ripera.

Cuando la familia de los Garmo Negro se enteró de tal hecho, hubo una ciclópea batalla entre las dos familias en la que Yenefrito cayó herido de muerte en donde hoy yace su cuerpo.

El joven titán, con el último aliento de su boca, prometió a su amada jamás bajar el dedo hasta que ella volviera a estar a su lado. Entonces, fundiéndose en un dulce beso, el muchacho expiró. Desde aquel infausto día, en el barranco del río Laulot, se puede ver el Dedo de Yenefrito apuntando hacia el cielo en recuerdo de aquella promesa.