Mikel Zabalza: “El Valle de Tena es una escuela perfecta para el alpinismo”.

El alpinista navarro, que fue presentado por el histórico Julio Armesto, relató en el II Encuentro de Montaña y Escalada del Valle de Tena algunas de sus principales aventuras.

El alpinista Mikel Zabalza realizó el pasado mes de junio una conferencia, en el marco del II Encuentro de Montaña y Escalada del Valle de Tena, en la que recuperó algunas de las aventuras vividas en este rincón del Pirineo.

Presentado por el histórico escalador –y pionero en el guiaje en la zona- Julio Armesto, quien lo definió como “un magnífico alpinista, una persona que ha escalado vías muy difíciles en roca, mixto o hielo, y que además ha abierto líneas en Pirineos, Alpes e Himalaya”.

Cuarto de nueve hermanos, el navarro empezó en la montaña a los 10 años, cuando se apuntó a un club por voluntad propia. “Mis padres no tenían tiempo de ir al monte, bastante tenían con sacarnos adelante”, recuerda. Acostumbrado a conseguir grandes logros con escasos medios, pronto empezó a despuntar como escalador y a los 22 años ya estaba abriendo sus primeras vías difíciles en el Himalaya.

Desde entonces, su desbocada pasión por la aventura vertical le ha llevado a completar más de una cuarentena de expediciones fuera de Europa, subiendo a tres ochomiles, y siempre buscando el compromiso en sus actividades.

A pesar de sus vueltas por todo Nepal, India, Pakistán, Tíbet, Patagonia, Tierra de Fuego, Groenlandia y Antártida, se considera un acérrimo pirineísta. “El Pirineo es una escuela de alpinismo que luego te puede llevar a todas las partes del mundo”, explica el alpinista que cuenta con una veintena de líneas abiertas solo en el Valle de Tena.

“He tenido la suerte de encontrar muchas líneas, paredes sin ascensiones –continúa-. Enfrentarme a lo desconocido es lo que siempre me ha motivado y ha sido un lujo el poder hacerlo aquí. Especialmente, la Sierra de la Partacua cuenta con una gran concentración de caras norte, que son ideales para ascensiones invernales dificultad”.

Prueba de ello es Malen, una vía de 600 m de recorrido en hielo efímero y mixto pirenaico en la cara norte del monte Pabellón (2.702 m). La abrió en dos días junto a Unai Mendia y María Alsina. Otra joya de Zabalza, esta vez junto a Carlos Rubio y Jorge Valle, es Paula, una línea abierta en el valle de La Ripera, donde también abrió Júlia, junto Iker Madoz y Alberto Fernández. “Lo mejor de este lugar es que no se ve desde lejos. Tienes que acercarte hasta aquí cada vez que quieres ver las condiciones”.

“Nunca he tenido problemas para encontrar compañeros para ir a la montaña. En mi mismo pueblo, Etxauri, tengo amigos con un gran nivel”, apunta el escalador que además dirige el Equipo Español de Alpinismo desde 2011.

A sus 51 años, Mikel Zabalza todavía mantiene la motivación intacta en busca de aventura. “Aunque te hagas una composición previa de lo que vas a encontrar en base a información que tienes, luego siempre hay sorpresas y eso es algo que engancha. En Pirineos, especialmente en invierno, todavía quedan muchas cosas por hacer. Solo hay que ir a por ellas”.