Agosto es sin duda el mes de las fiestas patronales en los pueblos tensinos. Una pausa en nuestra rutina para volver al pueblo, a nuestros orígenes y disfrutar de unos días de reencuentros con la familia, vecinos y amigos.
El olor a cordero asado y vino “rancio” se mezclan con el de la pólvora del cohete anunciador que marcará el comienzo de varios días de diversión asegurada.
En los pueblos del valle la tradición es el volteo de campanas, en el que las mozas y mozos del pueblo suben al campanario de la iglesia para hacer sonar las campanas que avisan al pueblo de que la fiesta ha comenzado.
Otra tradición que ya solo se conserva en algunos pequeños pueblos es la ronda en la que los moz@s del pueblo tocan el tradicional “paloteao” acompañado de torta y vino rancio que ofrecen en cada una de las casas a las que se va a “rondar”.
Las jotas no pueden faltar en ningún programa de fiestas, el baile tradicional aragonés es uno de los actos más concurridos. Aunque es un baile muy extendido por la geografía española, varía dependiendo de las regiones. La riqueza musical de la Jota Aragonesa, el inagotable repertorio de sus letras y bailes, y la variedad de sus registros suscitan en la población aragonesa un sentimiento muy profundo e inmediato de pertenencia a un territorio y de identificación con su pasado.
Los pequeños de la casa tienen multitud de actividades especiales para ellos: cabezudos, ferias, pasacalles, charangas, teatros, juegos…
¡Desde Turismo Valle de Tena os deseamos unas felices fiestas a todos los tensinos y visitantes!
Fotos: Turismo Sallent de Gállego . Ricardo Montoro.
